Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias. Oren al mismo tiempo también por nosotros, para que Dios nos abra una puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también he sido encarcelado, para manifestarlo como debo hacerlo. Anden sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona.

Colosenses 4:2-6

Notas


Colosenses 3:18-23 ofrece una larga lista de instrucciones y guía para el hogar: Esposas, sométanse a sus esposos; esposos, amen a sus esposas; hijos, obedezcan a sus padres; padres, no amarguen a sus hijos; esclavos, obedezcan a sus amos terrenales, por nombrar solo algunas.

Una de las últimas instrucciones de Colosenses 4 es la necesidad indispensable de dedicarnos a la oración. Todo creyente debe tener el deseo de comunicarse con Dios y aprovechar cada oportunidad para orar. Nos prepara para estar en su presencia. Pero ¿cuál es una manera clara y distintiva de dedicarnos a la oración? 1 Tesalonicenses 5:16 explica, en parte, lo que implica dedicarse a la oración. Primero, comienza con «Estad siempre gozosos». Luego, continúa con «Orad sin cesar».

La oración es, simplemente, comunicación con Dios. Podemos considerar el Salmo 23 como el ejemplo más conocido de oración escrito por el rey David. Salmo 23:1-3,

El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de Su nombre.

Él nos guía y nos hace crecer. Salmo 23:4

Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; tu vara y Tu cayado me infunden aliento.

Aquí, David expresa su seguridad en la relación y la salvación en Dios. En esta alegoría, se muestra que David confió plenamente en Dios durante los momentos difíciles, incluso hasta la muerte. No le temió, sino que Dios lo consoló con apoyo y protección. Salmo 23:5

Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Es una hermosa imagen de la abundancia, la previsión, el cuidado y la conexión personal con Dios. La provisión de Dios en la vida del rey David y en la nuestra es vista por los enemigos de nuestras vidas, es decir, por aquellos que son enemigos de Dios. A través de todo esto, Dios lo refresca con aceite, y vemos el gozo de David en el Salmo 23:6.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa del Señor moraré por largos días.

La misericordia es un concepto asombroso. El amor inquebrantable de Dios es constante e inmutable. Con toda la obra que Dios ha realizado, tenemos el placer de morar con Él en el cielo por la eternidad cuando aceptamos el don de la gracia.

Existe un acróstico, ACTS, que nos ayuda a orar. Gran parte de él se inspira en el ejemplo de David.

A – ADORACIÓN: Reconocer quién es Dios y su santidad.
C – CONFESIÓN: Compartir pecados, problemas y pruebas, confiando en que Dios perdona, y no hay temor en expresarle nuestras debilidades y temores, y pedirle perdón. Él ya lo sabe todo y lo ve todo.
T – ACCIÓN DE GRACIAS: Alabarlo por sus abundantes provisiones y bendiciones. Expresar gratitud por sus promesas, provisiones y las bendiciones que nos concede. Por último,

S – SÚPLICA – Presenta peticiones a favor de los demás.

Recordemos también que es bueno orar por nosotros mismos. Por ejemplo, el Salmo 25:4-5 dice:

Hazme conocer tus caminos, oh Señor; enséñame tus sendas. Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día…

Orar a través de las Escrituras es otra excelente manera de comunicarnos y conectar con Dios. Los Salmos y Proverbios ofrecen ejemplos excepcionales de diferentes tipos de oración y súplica. Aquí tienes un ejemplo de cómo orar a través de las Escrituras usando el Salmo 26:11-14.

Señor, por favor, enséñame tu camino y guíame por el sendero recto, porque en este mundo tengo enemigos. Por favor, no me entregues a mis adversarios, pues puedo encontrar falsos testigos en mi contra. Porque ellos exhalan violencia contra mí. Que pueda contemplar tu bondad mientras esté en este mundo. Que pueda esperar en ti fuerza y ​​valentía. Amén.

Cualquier pasaje bíblico que signifique algo para ti puede usarse para orar. Uno de mis favoritos es 1 Pedro 5:7, que dice:

Echando toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes.

Al leer la Biblia y orar, nos volvemos más compasivos, respondemos a los demás con justicia y los tratamos con gracia y amor. Al pasar tiempo con Dios, nos conectamos más con nuestra naturaleza espiritual en lugar de con la naturaleza de la fragilidad humana. La devoción a la oración es una práctica y un proceso. No es una actuación ni algo para exhibir sin sinceridad. La oración es comunicación con el Padre, nuestro consejero, proveedor y guía. No debemos dejar pasar la oportunidad de orar.


Versos de Memoria

Charles Émile Jacque. Monje en oración, y el Instituto de Arte de Chicago

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Invitación a la Oración



Imagen de portada: Diederik Franciscus Jamin. Oración por los difuntos, 1864. Rijksmuseum

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