¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído?
El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra
No se fatiga ni se cansa.
Su entendimiento es inescrutable.
Él da fuerzas al fatigado,
Y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.
Aun los mancebos se fatigan y se cansan,
Y los jóvenes tropiezan y vacilan,
Pero los que esperan en el Señor
Renovarán sus fuerzas.
Se remontarán con alas como las águilas,
Correrán y no se cansarán,
Caminarán y no se fatigarán.

Isaías 40:28-31

Notas


28 ¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído?
El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra
No se fatiga ni se cansa.
Su entendimiento es inescrutable.

Como creyente, las palabras Eterno y Creador casi se han convertido en sinónimos de Dios. Damos por sentado estos atributos e ignoramos nuestras verdaderas acciones de perseguir a otros dioses, los que hemos creado. Busque dioses de diferentes culturas. Hay descripciones de ellos como temperamentales, cansados ​​o inconscientes de las necesidades de la gente en la tierra. La gente quema ofrendas, postra sus cuerpos y clama a los dioses para que se den cuenta. Los dioses pueden entonces decidir ser volubles o responder.

Encontramos aquí que el Señor es el Dios Eterno, quien es el Creador de los confines de la tierra. Además, que no se canse ni se canse, no es voluble como los dioses de nuestra creación. Ya sea que nuestros dioses sean el dinero, el poder, la fama o los políticos, las celebridades o las personas influyentes, nos sentiremos decepcionados. Los dioses que hemos creado se cansan o caen en desgracia. No sólo eso, los dioses tienden a dejar el trabajo duro a los simples mortales, siendo demasiado glorificados para tareas difíciles.

El punto clave para este entendimiento es ¿a quién has convertido en dios? ¿Qué dios te está llamando a hacer el trabajo duro mientras ellos disfrutan de la adoración?

Algunos confían en carros y otros en caballos,
Pero nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios confiaremos.
Ellos se doblegaron y cayeron,
Pero nosotros nos hemos levantado y nos mantenemos en pie.
¡Salva, oh Señor!
Que el Rey nos responda el día que clamemos.

Salmos 20:7-9

Los dioses de nuestra creación también parecen carecer de comprensión y moralidad. Ya sea griego, romano, hindú, sumerio o americano, cada dios tiene un defecto y actúa de forma más o menos humana. Dios no actúa como humano. Dios abarca todos los movimientos y actividades de la tierra; como Creador, es amo del sol, el océano, las cosechas, el amor y el poder de todo lo demás en la tierra.

29 Él da fuerzas al fatigado,
Y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.
30 Aun los mancebos se fatigan y se cansan,
Y los jóvenes tropiezan y vacilan.

Contrariamente a la creencia popular, Dios no busca que los poderosos y poderosos lideren. Él está mirando a los abatidos y expulsados, a los pobres, a los débiles e incluso a los desesperados. David es un ejemplo perfecto de cómo Dios levanta a los humildes y humilla a los poderosos. Cuando David era un joven pastor, Dios lo eligió como rey ungido, lo elevó y trabajó contra sus enemigos. Cuando David llegó a ser rey y tenía sangre en sus manos, Dios lo humilló.

En nuestra sociedad, todavía tenemos la mentalidad de la era de la depresión de la posguerra. Tenemos miedo del agotamiento, del sufrimiento sin y deseamos el exceso para sentirnos cómodos. Aprendemos de la Biblia que se supone que debemos ser sacrificadores, no acumuladores. Ya sea tiempo, dinero o energía, debemos derramarlo. ¿En quién? Estamos llamados a ser devotos tanto de los creyentes como de nuestro prójimo: ayudar a la iglesia y ayudar fuera de la iglesia.

Cuando nos gastamos y cuando nos cansamos de derramar todo lo que tenemos, sabemos que Dios suple la diferencia. Mark Charles en su libro “Verdades inquietantes” cita Creación y caída de Dietrich Bonhoeffer sobre la limitación del hombre. “El límite del hombre está en el medio de su existencia, no en el límite. El límite que buscamos en el borde es el límite de su condición de su tecnología, de sus posibilidades. El límite en el medio es el límite de su realidad, de su verdadera existencia”.

Cuando nos elevamos para estar al lado de Dios cometemos un pecado grave. Nos elevamos con dinero, poder e influencia incluso si es sólo en nuestros propios hogares o en nuestras pequeñas calles donde vivimos. Nuestro límite es parte de la humanidad y donde encontramos nuestro límite encontramos a Dios. Él proporciona fuerza cuando hemos recorrido un largo camino y da poder a los débiles e indefensos cuando están desesperados.

¿Quieres saber dónde encontrar a Dios?

Encuentra tu límite, alcánzalo y en ese momento de colapso total, si realmente lo invocas, Dios suplirá donde ya no queda nada. En ese momento de vacío y sentimiento de impotencia, Dios está ahí.

De tristeza llora mi alma;
Fortaléceme conforme a Tu palabra.

Salmo 119:28

El cansancio de enfrentar las limitaciones humanas no se limita a los más viejos y sabios entre nosotros. vs. 30 dice Incluso los jóvenes se cansan y se fatigan. De hecho, la juventud es un momento increíble para superar los límites y encontrar el punto donde termina la propia capacidad. Esta iluminación es humilde pero imperativa para obtener la comprensión necesaria para ser más humildes y compasivos en el futuro.

31 Pero los que esperan en el Señor
Renovarán sus fuerzas.
Se remontarán con alas como las águilas,
Correrán y no se cansarán,
Caminarán y no se fatigarán.


Versos de Memoria

Ker Xavier Roussel. Las Águilas, 1920-1935. Rijksmuseum

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Invitación a la oración


“La verdadera esperanza no está en algo que creemos que podemos hacer, sino en Dios, que está haciendo algo bueno con ello de alguna manera que no podemos ver.”

—Thomas Merton


Imagen de portada: Philips Koninck, holandés. Un extenso paisaje boscoso, década de 1670. Museo Metropolitano de Arte

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