Memorizar las Escrituras provoca un pensamiento transformador, revela la voluntad de Dios y la memorización nos ayuda a mantener Sus mandamientos y las Escrituras cerca, brindándonos fuerza y aliento en nuestra fe.
Como nos dice Colosenses 3:16, “dejemos que la palabra de Cristo more en nosotros en abundancia”, y de esta manera, podemos ser nutridos y crecer. Porque cuanto más podamos recordar versículos de la Biblia y comprender mejor sus significados, mejor podemos entender nuestro propósito.
Otras razón para practicar constantemente la memorización incluyen desafiar y entrenar al cerebro para recordar. Los hallazgos muestran que la memorización regular mejora las funciones de las estructuras del cerebro relacionadas con la memoria.
1. Comienza pequeño
Elige un verso corto para empezar… y hazlo aún más corto dividiéndolo en pedazos.
2. Dígalo en voz alta
Decir las palabras en voz alta es una excelente manera de grabar las Escrituras en tu memoria. Esto también le permitirá acostumbrarse al sonido de las palabras y frases.
3. Incorpora el versículo en tus oraciones
Cuando ores, incluye elementos del versículo o incluso una línea o frase.
4. ¡Repite, repite, repite
El objetivo no es reducirlo a una actividad repetida y sin sentido, sino grabar lentamente el versículo en tu memoria a través de la repetición. No hay premio por memorizar un versículo de la Biblia más rápido; la cuestión es internalizarlo con el tiempo.
5. Traduce el versículo a un idioma diferente.
Obviamente, este consejo no es para todos, pero si te sientes cómodo en más de un idioma, intenta traducir tu verso a otro idioma. La traducción requiere una intensa atención en el significado y el lenguaje de un versículo, lo que es una ayuda obvia para la memorización.





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